Introducción
Uno de los problemas más comunes entre usuarios particulares es la lentitud de su ordenador. Pasa el tiempo, y el equipo ya no rinde como antes. Tarda en encender, se bloquea, no responde… En ese momento surge la gran duda: ¿merece la pena repararlo, formatearlo o es mejor invertir en uno nuevo?
¿Por qué puede ir lento un ordenador?
Algunas causas frecuentes:
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Acumulación de archivos innecesarios
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Programas en segundo plano
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Malware o virus
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Disco duro dañado o con demasiada información
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Falta de memoria RAM o componentes desactualizados
¿Qué soluciones existen?
1. Optimización básica:
Limpieza del sistema, desinstalación de software no usado, actualización de controladores. Mejora el rendimiento sin coste adicional.
2. Formateo e instalación limpia:
Ideal si hay virus, conflictos de software o muchos errores. Se borra todo y se instala de nuevo el sistema operativo, dejando el equipo “como nuevo”.
3. Reparación o ampliación de componentes:
A veces, cambiar el disco duro por uno SSD o ampliar la RAM soluciona el problema por una fracción del coste de un ordenador nuevo.
4. Sustitución del equipo:
Si el ordenador tiene más de 8-10 años y no admite mejoras, puede que la opción más rentable sea adquirir uno nuevo.
¿Cuándo optar por una u otra opción?
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Si el equipo es relativamente nuevo, formatear o reparar suele ser suficiente.
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Si lo usas solo para tareas básicas, una optimización puede alargar su vida útil.
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Si usas programas exigentes y el ordenador no da más de sí, puede tocar renovarlo.
Conclusión
No siempre que un ordenador va lento hay que cambiarlo. Un diagnóstico profesional como el que ofrece Juan Francisco Corchero Díaz te permitirá encontrar la solución más rápida, eficaz y económica para volver a trabajar o navegar con normalidad.